Naufragio
Issue No. 3: Words from the Wise
Poetry - Maria Teresa Alzuru
Naufragio
En mi país ya no hay esperanza.
La esperanza se la llevaron en una maleta que cruzó la frontera buscando descanso
– descanso de tanto sostener un país que lleva años en caída libre.
No hay comida, pero hay balas.
No hay medicamentos, pero volvió la malaria.
No hay democracia, pero la miseria abunda.
El otro día me robaron saliendo de la farmacia.
Me arrancaron los zarcillos de las orejas.
Sangrando me llevaron a la emergencia.
Sin embargo, le doy gracias a Dios que no me secuestraron como a mi amiga.
La soltaron a los tres días porque se negó a comer.
Pero la pobre se perdió la boda de su nieta.
Su nieta, como las mías, ahora vive fuera del país.
Cada vez hay menos gente en misa.
Los de mi edad se van muriendo.
Los jóvenes se van buscando vida en otro lugar.
Mi hija quiere que yo también me vaya.
Pero yo no quiero morir en otro país.
Siempre pensé que la vejez es un naufragio,
y Venezuela es una isla desierta.
Shipwrecked
There is no hope left in my country.
Hope got packed in a suitcase and taken across the border in search of a break
– a break from trying to sustain a country that has been in freefall for years.
There is no food, but there are bullets.
There is no medicine, but malaria has returned.
There is no democracy, but there, misery abounds.
The other day, I was robbed leaving the pharmacy.
They ripped the earrings out of my ears.
I arrived at the emergency room, still bleeding.
Nevertheless, I thank God I wasn’t kidnapped like a friend of mine.
They let her go after three days because she refused to eat.
But she still missed her granddaughter’s wedding.
Her granddaughter, like mine, lives abroad now.
Every week, there are fewer people in mass.
People my age are dying.
Young people are leaving to find a life elsewhere.
My daughter wants me to leave too.
But I don’t want to die in another country.
I always thought aging was like being shipwrecked,
and Venezuela is a deserted island.